Iglesia de San Juan Bautista
En el interior podemos observar una sola nave sin crucero y con sólo un ábside, con contrafuertes al interior aprovechando sus espacios para capillas.
En estas capillas podemos encontrar esculturas y tallas de gran valor, entre ellas destacan:
La Virgen Blanca románica del siglo XIII con el niño sobre sus rodillas, la mano de la Virgen coge la parte inferior del manto y lo eleva ligeramente.
La Virgen con el niño y San Juanito labrada en un único tronco de árbol de nogal policromada y San Juan con el cordero, también en madera policromada, obras realizadas por Juan de Ancheta traídas de la antigua iglesia.
Ermita de San Salvador.
La sacristía adosada a la cabecera por el lado de la epístola.
El interior se ilumina por una ventana en la cabecera, y por otro en el muro hastial.
Su planta es de tres tramos, más cabecera recta.
En su interior podemos encontrar, adosado al muro, en el lado del evangelio, un panel de madera de relieves que nos narran a modo de cómic diversos pasajes de la vida de San Guillén y Santa Felicia. Obra del escultor contemporáneo Koke Ardaiz.
El presbiterio lo preside una escultura de San Salvador barroco de finales del siglo XVIII.
En el lado de la epístola encontramos una talla de la Virgen con el niño románica del siglo XIII. María Sedente porta en la mano derecha un atributo y con la izquierda sostiene a Jesús, sentado y frontal, en su regazo, que bendice con la diestra y porta en la izquierda un libro.
Basílica de Nuestra Señora de Arnotegui.
A ambos lados del altar mayor se conservan retablos de estilo rococó de la segunda mitad del siglo XVIII. Lugar en la que se encontraba el cráneo de San Guillermo, actualmente en la parroquia, y una urna en la que todavía hoy se conservan los restos del Santo.
En la cabecera se abre una hornacina lugar destinado a la Virgen de Arnotegui en la que hoy se encuentra otra talla de la Virgen.
Dependencias:
Sacristía de la que se puede acceder a las habitaciones, en la parte de arriba, y al refectorio: sala que se halla decorada por un conjunto de pinturas murales debidas a los artistas Lozano de Sotés y Francis Bartolozzi, los cuales representan diferentes escenas del «Misterio de Obanos». Podemos encontrar la cocina, en la que todavía hoy se puede ver la forma de vida de nuestros antepasados. En el patio podemos observar una pintura de mural que relata con un estilo popular la historia de Felicia, los autores son hijas de los pintores Lozano y Barlolozzi.
La ermita de Arnotegui hoy popularmente conocida también como ermita de San Guillermo fue lugar elegido por éste como refugio y penitencia hasta el fin de sus días
Situado al oeste de la Ermita de Arnotegui está el fuerte Infanta Isabel, semiderruido quedan restos de murallas almenadas y de los fosos.
Ermita de San Lorenzo.
Debido a la compartimentación de las citadas dependencias la capilla ha quedado reducida a una pequeña y corta nave rectangular de cabecera recta con cubierta de dos aguas sobre vigas de madera dotada de una sola ventana, recta, en el lado de la Epístola. Queda todavía en la cabecera una hornacina con venera del siglo XVIII, y en el muro que actúa como hastial empotra un arco apuntado sobre pilastras.
Al exterior la ermita se presenta como un bloque de sillarejo de marco horizontal cubierto a dos aguas, cuyos únicos elementos reseñables se encuentran en el lado de la Epístola: la puerta de ingreso adintelada con un crucificado popular labrado en la clave y dos contrafuertes en talud, a los pies se levanta una espadaña con arco de medio punto.
La imagen de San Lorenzo se encuentra, por medidas de seguridad, en la Parroquia de San Juan Bautista. La imagen es San Lorenzo con la parrilla, del siglo XVII.
La ermita sólo se abre al culto el día de San Lorenzo, el 10 de agosto, en la que se va en Procesión a la ermita, se celebra una Misa en su honor y después se comen unas pastas.
El barrio de San Lorenzo este día celebra cenas en la calle.